lunes, 27 de febrero de 2012

Sonrío


En la cotidianeidad, no hay nada más complaciente que llegar a casa luego de un día agitado, sacarse los zapatos, abrir la heladera y tomar agua, ponerse ropa cómoda a lo trapito, atarse el pelo y descansar en el sillón o junto a la mesa.
Lo mismo pasa cuando volves de las vacaciones, ahhh la abrazas de felicidad, por fin en casa!, mi baño, mi cama, mis pantuflas, mi cocina!!!

Tu casa es el lugar donde guardas tus cosas mas preciadas, donde estas en paz con vos mismo, y donde se gestan gran cantidad de vivencias. 
Cuando te gusta tu casa tenes como una sensación placentera que queres compartir con tus amigos y tu familia. Te dan ganas de arreglar cada rincón, limpiarla más seguido, observarla mas de la costumbre, fotografiarla y cuidarla un poco todos los días.
A parte, ella en verano te cobija del calor agobiante de la calle y en invierno te protege del frio que duele en la cara.

Yo me siento muy a gusto con mi espacio, reconozco que no soy la mejor para la decoración, pero saco ideas de todos lados y nacen cosas buenas. Además, la gente linda que me rodea, llena mi casa de luces, colores y ganas.
Una de esas personas es mi hermana Carola, tiene mucha creatividad y talento como artista. Todo lo que toca lo vuelve bello.
Hace unos días vi una foto de los rincones de su casa y me encanto. Todos esos rincones llenos de vida, tan llenos de ella que hacen que su casa sonría todos los días.

Este es su último regalo, una manta que representa: Protección, calor como hermana, amor por las cosas bellas, dedicación, constancia, vida y color.


Naturalita

viernes, 10 de febrero de 2012

Donde todo alcanza

Aunque sabemos que el hombre seguro ya toco todo pequeño rincón verde, la Patagonia te da esa sensación de agreste total. La naturaleza actúa libremente sobre el bello paisaje. Allí estuvimos este verano. Nos esperaban las estrellas infinitas de los lagos, el aroma del bosque, el clima seco y fresco, eventualmente las cenizas y el incansable zumbido de los bichos.


Que te pasa tábano!, estas nervioso?, ahhh insufribles, que les pasa insectos descontrolados... ahhh y bue son parte del lugar, que le vamos a hacer, también estan en este mundo. 
Cuestión, que acampamos en los lagos del Parque Nacional los Alerces, belleza pura, arrayanes en la orilla, cóndores buscando comida, pájaros de colores, aves raras con pico largo paseando por las mañanas, tardes tratando de sintonizar una radio y encontrarnos con el programa de Abel de Cholila que leía poesía toda cortada y pasaba buena música vieja. Abel era feliz con su programa de radio. 
Escuchar atentos los mensajes por radios que la gente del lugar suele enviar: "Mario, dice Juan que te espera en la casa de Moni a las 7" "Rosa viaje urgente a Epuyen, en su llegada se le explicarán los motivos", nos encanta y nos preguntamos si podríamos vivir así, yo creo que si. 
Claro que sí, yo podría vivir mirando como se forman pequeñas olitas en el lago cuando soplan los vientos de las montañas, tocando los árboles, sintiendo su corteza. Podría vivir comiendo pan casero y viendo por todos lados flores amancay, mutisia y chilco. Levantarme temprano para comprar alguna galleta y preparar el mate y la lona para buscar un rincón del lago. Escuchar por las noches el sonido del viento y los pequeños insectos. 
Y si... estas allá y te sentis un hippie!, obvio si andas con las patas sucias, la ropa de varios días y sos feliz. Que te importa la moda.
Y después cuando llega la noche y no queda más luz natural empieza otro paisaje que solo los ojos pueden explicar. Ah pero había más estrellas, que mentira el cielo de la ciudad...! Pero si son miles!! mira!! allá hay un satelite!! allá otro!, pucha que poquito somos...


Naturalita